23/9/09

New York


Es una de las cartas que todos los escritores juegan. ¡No es autobiográfica! Hay trocitos de ti ahí mismo.


Puede que haya incluso montones de ti. Pero cuando una canción o un poema o una novela se escriben en primera persona, y esta llena de “yos”, no hay razón para suponer que es literalmente la verdad de lo que el autor ha vivido. Es el viejo interrogante, “¿y si?”. Es un buen punto de partida para cualquier argumento: simplemente echaba de menos a ese gato que cruzaba la calle, y ahora estoy en casa, y nadie sabe que tenía demasiado por beber. Pero ¿y si funcionara?



Bono ni siquiera la empezó. Había un ritmo de batería de Larry que a todos les encantaba – pero se estaba haciendo peliagudo encontrarle un sitio. No importaba desde cuantos ángulos distintos se enfocase, no parecía poder tomar vida.



El viernes era el día de la reunión. Los chicos de la banda se sentaron y esperaron las malas noticias. Nos han pedido hacer esto. Si. Nos han pedido hacer esto. No. Tenemos que encontrarle una solución. ¡Oh! Fue un fenómeno a través de la gestación de All That You Can’t Leave Behind que se convirtió en una distracción primero, y después un dolor en el culo para cualquiera que no perteneciera al mas interior de los círculos interiores. No sólo era el viernes, fue una putada cada segundo del día.



Apasionadamente mientras U2 podría haber tenido la sensación de haber estado criticándolo, Eno y Lanois tenían que vivir con ello. ¿la reunión del martes sigue en pie? Bien, trabajaremos a destajo. ¿Podemos ahondar en el ritmo ese de Larry? Quizá saquemos algo de ahí.



Frecuentemente, Eno hace mejor su trabajo cuando se larga del estudio. “Estamos contentos siempre que se va”, sonríe Larry, “por que sabemos que cuando vuelve, ¡volverá con algunos regalos! Danny simplemente esta allí con nosotros y le da un toque diferente a las cosas. Así que nosotros empujamos hacia un lado, ellos hacia otro – y los resultados son siempre interesantes. Muchísima tensión.”



En otras ocasiones, sucede en la habitación, donde el olor a conflicto y la frustración esta fresca en la nariz de todos. “Brian lleva hasta un sitio muy distinto a U2”, añade Larry. “se pone en los teclados y lleva las canciones en una dirección que nunca esperarías.”



La reunión se alargó mucho, pero mientras tanto Brian estaba inspirado. Consiguió una especie de canto de sirena del ritmo de Larry. Hizo aparecer de su bolsa de trucos otro adorno armónico y Lanois entró a hurtadillas con su guitarra y ya habían creado una melodía.



La banda fue a la reunión con ganas de hacer cosas. Agarraron sus instrumentos y se empaparon de ello. La química funcionó. ¡Eureka! “Todo ocurrió muy, muy rápido,” recuerda Lanois. “Bono pensaba ‘esto es ideal para mi idea sobre Nueva York’. Creo que trabajamos mejor así: Eno y yo proveemos de los sonidos a la banda, entonces ellos llegan y responden a la invitación.” Una canción nació



Este fue un caso donde un gran trabajo de Larry inspiró a todos,” dice Edge. “Brian estaba encantado con esta parte de batería en particular y cuando lo fundió con su sonido, todos nos motivamos de verdad. Realmente todo cobró sentido allí y entonces, con todo el mundo trabajando en ello.” Escuchándolo, es imposible no pensar en Lou Reed, en Frank Sinatra, en Ian Curtis y en P.J. Harvey, una compañera de principios equilibrados cuyo Stories from the City, Stories from the Sea es en parte al menos un elogio a la ciudad que nunca duerme. Originalmente la canción terminaba con una conversación informal sobre Frank Sinatra, con quien Bono tuvo el privilegio de compartir un dúo en I’ve Got You Under My Skin antes de que muriera. ¡El viejo ojos azules!es una historia real” dice Bono: “Una vez estaba cenando con Frank y cogió una servilleta azul de la mesa y simplemente se quedó mirándola y dijo, a nadie en particular, ‘recuerdo cuando mis ojos eran de este azul’. La cogió y se la guardó en un bolsillo interior. Fue genial”.



Durante la mayor parte de New York es simplemente que, el fresco ritmo que actúa de telón de fondo mientras el narrador confiesa tranquilamente los términos de la crisis de los 40 que le afecta, mientras a su alrededor hay 9 millones mas de otras historias fascinantes que serán escritas. ¡New York! ¡New York! Pero a mitad de camino explota en un sucio caos que es impresionantemente apropiado para la temática de la canción. Esa tormenta sónica estaba allí al principio de la creación de la canción pero Edge tuvo que trabajar en ella y le cambio la forma. “Es una sobre grabación. Es muy eficaz,” comenta Lanois. “Acertó



¿Pero era Bono? Hay una línea en la canción que chirría, que suena casi insultante



I just got a place in New York



Declara Bono. En una entrevista, Neil McCormick – un viejo compañero de colegio y periodista musical – le dijo al cantante que el encontraba esa frase realmente irritante. “Iba a cambiar la línea por algo menos consumista,” le respondió Bono, “pero por lo que la deje fue. . . ¡tengo un lugar en New York! Y como que me hizo sonreír. Incluso aunque la canción no es autobiografica. Ahora estas pensando ‘el muy hijo de puta tiene un bonito lugar sobre Central Park’ – pero para el personaje de la canción podría ser una caja de zapatos.



Obviamente hay trocitos de Bono ahí entro. Pero sólo trocitos, insiste el mismo. No hay crisis de los 40 ahí. “Como mucho estoy al otro lado de eso”, dice. “Estoy intentando calmarme. Tuve una crisis de los 40 mucho antes, sobre los 27, por todas las razones clásicas. Me fui al centro de Los Angeles, bebí un montón de güisqui y me redimí por todos los años que había estado empujando una roca hasta lo alto de una colina. ¡O una banda de rock hasta lo alto de una colina! Me sentó bastante bien portarme como un tonto y eso, en cierto modo, nos preparó para la tontería de los 90 – la cual disfruté como un enano.”



Extrañamente, acaba con una fugaz referencia a “The Stolen Child”, un poema de William Butler Yeats.



In the stillness of the evening


When the sun has had its day


I heard your voice a-whispring


Come away child


New Yok, New York



Inconsciente. Quiza.




Fuente: U2 into The Heart: The Stories Behind Every Song

6/9/09

Here Comes The Next Best Thing


Aquí estoy yo, un escritor americano, cenando en un restaurante griego con una banda irlandesa en el corazón de Inglaterra. ¿Extraño? Bueno, esta es la escena que se esta desplegando delante de mi. Unos pocos metros más allá, dos músicos están sentados en una plataforma. Una esta tocando el bazouki, un instrumento de cuerda parecido a la mandolina, un colega con aspecto pesado con un traje negro y gafas oscuras, esta castigando a un pequeño teclado eléctrico con una caja de ritmos. En frente de ellos, dando su aprobación a los clientes lanzando un plato tras otro al suelo, donde se hacen añicos a los pies de Bono Vox de U2, quien esta demostrando que un cantante de rock irlandés puede ser un bailarín bastante animado.

Aunque parece una especia de celebración internacional, para U2 es solo otra cena antes de un concierto. La banda, que ha estado de gira sin parar por el Reino Unido desde que se publicase su álbum Boy, ha cosechado más de la habitual cantidad de atención. Desde primeros del pasado año, los medios de comunicación han estado tratando de vender a U2 como “The Next Best Thing”. Si toda la publicidad no fuera suficiente, el Presidente de Island Records Chris Blackwell proclamó al grupo el fichaje mas importante de la discográfica desde King Crimson.
En concierto, el locuaz Bono intenta minimizar el bombo publicitario – a menudo le dice su público “olvidar todo lo que hayáis leído y decidir por vosotros mismos” – pero privadamente coincide con la prensa. “No quiero sonar arrogante” me dice después de acabar de bailar, “pero incluso ahora, siento que estamos llamados a ser uno de esos grandes grupos. Hay una cierta chispa, una cierta química, que era especial en los Stones, los Who y los Beatles, y creo que también es especial en U2”.

Un imponente alarde, para estar seguro. Pero Boy, programado para editarse en EE.UU. a finales de enero, indica que U2 es una banda con la que contar. Su sonido altamente original se puede describir mejor como música pero con cerebro. Es accesible y melódico combinando las cualidades fantasiosas, atmosféricas d una banda como Television, con un filo a lo rock duro no distinto del de The Who. En particular, la manera de tocar la guitarra de Edge y la sobresaliente forma de cantar de Bono; las líricas líneas de guitarra cortan a través de cada canción, mientras la voz es áspera, apremiante y sincera.

El titulo Boy es apropiado y significativo: no solo son jóvenes los miembros de la banda, sino que la mayor parte de sus canciones tratan de los sueños y las frustraciones de la infancia. “Tocamos para públicos en el Reino Unido de un rango de edades entre 17 y 25”, explica Bono. “Hay mucho desempleo, y hay una desilusión real. La música de U2 trata de levantarse y hacer algo al respecto. Gente como Bruce Springsteen lleva esperanza. Como The WhoWon’t Get Fooled Again. Quiero decir, hay una canción de entereza, y esa es la actitud de las grandes bandas. Queremos que nuestro público piense sobre sus actos y sobre hacia donde van, que se den cuenta de las presiones que hay sobre ellos, pero al mismo tiempo que no abandonen”.



Fuente: James Henke en U2 Magazine Nº 1 Noviembre 1981

 
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